LA NUEVA PANDEMIA EN CONTABILIDAD – y su vacuna PENSAMIENTO CRÍTICO

En la profesión contable, a todo nivel, local, nacional e internacional respecto a la IA estamos viviendo una época marcada por una burbuja de credibilidad y pasividad sin precedentes. Cuando surgió ChatGPT y con ello la moda de la “Inteligencia Artificial – IA” de la noche a la mañana aparecieron infinidad de «expertos en IA» que, en muchos casos, actúan prácticamente como portavoces no oficiales de un guion predefinido por las grandes empresas de tecnología. Este fenómeno, bautizado como HaaS (Hype as a Service), refleja viejas estrategias de marketing, ya utilizadas por sectores como el tabaco y la comida chatarra, que invierten mucho para dar forma a las narrativas que no captan clientes sino adeptos.

Aunque siendo estrictos en el análisis, similar situación de pasividad se dio en la década de 1980, cuando empezaron a utilizarse las computadoras en el proceso contable y no asumimos los contadores un rol activo en la incorporación de herramientas tecnológicas en el proceso contable, en esta ocasión por lo menos debemos practicar algo de escepticismo profesional cuando nos hablen de IA y Contabilidad, esa es la vacuna contra esta “pandemia” que a diferencia de los 80, ahora se ve incrementada por las redes sociales, lo cual incrementa exponencialmente el FOMO – (Fear of Missing Out) o en español en este caso (miedo a quedar fuera del tema de moda que todos hablan). Algunas cosas que debemos hacer en estos casos:

Desconfiemos de los «expertos en IA» que surgieron de la noche a la mañana, cuando sus publicaciones o exposiciones en eventos académicos parecen copias de declaraciones de OpenAI o Google. La falta de cuestionamientos, la euforia y optimismo exagerado que se traducen en frases como «¿La IA cambiará por completo la contabilidad?» indican una adhesión pasiva y casi religiosa al discurso que promueven quienes financian la tecnología.

También pongámonos a la defensiva cuando veamos en las redes publicaciones de algunas “autoridades en temas contables y/o tributarios”, pero que se puede notar que desconocen sobre tecnología y sus fundamentos, que en cuanto se informan en algún anuncio oficial sobre las “bondades” de alguna IA, comparten esas noticias sin un análisis crítico, mucho menos alguna verificación si tienen alguna aplicación práctica real en contabilidad. La prioridad es aparecer o mostrarse como «el primero en saber», sin ofrecer reflexiones sólidas cayendo incluso en la palabrería. Además, es habitual que los autoproclamados gurús no hayan empezado a hablar de la IA hasta 2023, cuando el tema se hizo viral. Antes de ello, ni siquiera hablaban del tema o similares, por ejemplo, de “contabilidad cuántica”.

También ni siquiera miremos el post cuando aparezcan frases como «¡La IA no te sustituirá, lo hará otro contador que conozca de IA!» o similares. Es una clara apelación al sensacionalismo, explotando la ansiedad profesional, el sentido de urgencia y el FOMO, lo podemos encontrar incluso en pronunciamientos de organismos oficiales de la profesión Contable a nivel nacional, que también recomiendan a las universidades que incorporen cursos de IA de forma inmediata, sin analizar el tema con seriedad.

También desconfiemos mucho de los «estudios» que concluyen que un gran porcentaje de empresas han implementado soluciones de IA en contabilidad e indican un ROI superior al 80% dando la impresión de estar patrocinados por empresas o consultoras con intereses directos en vender “sus soluciones”.

Todo este revuelo armado por el hype o exageración acaba provocando que la mayoría de los colegas contadores tengan la sensación de quedarse relegados y les crea un sentido de urgencia para adoptar “como sea” la IA e integrarlo a sus procesos contables, pero debemos tener en cuenta que, en situaciones reales, de las herramientas de IA conocidas (ChatGPT y similares) casi nada se traduce en aplicaciones prácticas o beneficios tangibles que transformen el proceso contable. Mientras tanto, las promesas de «revolución» sirven más para justificar los altos costos de implementación en las grandes empresas que para resolver problemas reales.

¿Qué tenemos los contadores que hacer para escapar de este juego pernicioso y hacer frente con éxito esta situación? Desarrolla tu pensamiento crítico, que en vez que aceptes todo lo que dicen o escriban con mucha pasividad te permita hacer preguntas incómodas y que busquen la verdad, en lugar de centrarte en las “bondades” de las herramientas IA, pregunta por sus limitaciones y real alcance y ¿cuál es el verdadero objetivo de la herramienta y cómo obtiene los resultados? También si ya hay casos reales de aplicación y obtención de resultados satisfactorios.

En cuanto al “gurú” o “especialista en IA” especialmente al que “recomienda aplicar en contabilidad” tal o cual herramienta de IA, es necesario preguntarle si ¿lo que indica lo leyó en algún artículo o aprendió en algún cursillo, o intervino en una situación real de aplicación? también ¿Desde cuándo es especialista en los temas de IA u otra tecnología y donde se especializó?, no aceptar el argumento de “no me pregunten por el aspecto técnico o como lo procesa porque yo soy contador y no informático” y así evaden su responsabilidad por las recomendaciones dadas. Esto es sumamente importante porque disminuirían los gurús del momento que surgen con cada tema o tecnología de moda y a nivel general permitirá elevar el nivel y la credibilidad de quienes tratan estos temas en redes, eventos y publicaciones, también a nivel personal permite que se vaya identificando las herramientas de IA que realmente pueden servirnos para incorporarlas en nuestro quehacer contable, también permitirá responder ¿Cómo aprovechará esta herramienta de IA mi empresa o estudio contable? Dejando de lado el sensacionalismo y reconociendo las limitaciones de la tecnología y sus riesgos éticos.

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